Armada con 2 glándulas anales, ésta es capaz de proyectar una secreción aceitosa de coloración amarilla que resulta repulsiva a su depredador. El secreto de dicho repelente radica en su composición química que no solamente posee un olor nauseabundo si no que resulta extremadamente doloroso en contacto con las mucosas oculares. En su composición encontramos una alta concentración de moléculas de Tiol cargadas de sulfuros, moléculas similares a los compuestos que poseen las cebollas para producirnos el lagrimeo y que causan ceguera temporal severa.
Se sabe que la mofeta puede expulsar este aceite hasta 6 veces consecutivas y existen casos en los que estos animales han provocado la muerte de varios perros de este modo.
Debido a que la producción de esta defensa es muy costosa para el animal, generalmente recurre a la amenaza antes de decidir hacer uso de esta arma. Siendo muy consciente de la amenaza que supone para muchos animales, este osado animal recurre a una especie de baile amenazante en el que se sostiene sobre sus extremidades anteriores para hacer exhibición de su llamativo color y dar la sensación de gran tamaño, de esta forma, la mofeta consigue además ganar tiempo para poder reponer su secreción.
El olor impregnado llega a durar varios días incluso más de una semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario